Niño de tres años ingresa a la clasificación de FIDE
La noticia se produce en India, se capta en Europa y circula con la velocidad de la luz por los paralelos y meridianos del planeta: un niño de tres años con siete meses y 20 días, según lo publica la agencia AFP en un cable con fecha del jueves 4 de diciembre, ingresa en la lista oficial de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) con un Elo de 1,572 puntos. El bebé se llama Sargagya Singh Kushwaha y rompe el récord de Anish Sarkar que tuvo esa marca de precocidad a los 3 años, 8 meses y 19 días, en noviembre de 2024. Un acontecimiento curioso, testimonial, tal vez de los cambios revolucionarios que se han registrado en los dos últimos lustros y las secuencias de la pandemia que obligó a muchas familias a buscar en el ajedrez una distracción lúdica en el período de confinamiento doméstico. Se presenta una fotografía del niño frente a un tablero dirigiendo las piezas negras, acaso arrodillado, sobre una silla con el respaldo escaqueado en negro; de anteojos rectangulares oscuros con el armazón y las varillas claras. A su lado derecho hay otro tablero con piezas negras. Lo que por asociación nos lleva a recordar las dos primeras partidas que aparecen en el libro de Richard Réti, Los grandes maestros del tablero, en las que las negras, conducidas por Anderssen, ganan; como un mensaje de que primero hay que aprender a jugar con las negras antes que con las blancas, aunque sea más atractivo y espectacular orquestar una ofensiva. Un reloj, a su lado derecho, con la lengüeta elevada, y Sargaya Singh Kushwaha, en su mano derecha con un trebejo negro a punto de finalizar su jugada. La imagen sugiere que la foto se realizó durante una partida. “Queremos que se convierta en un gran maestro”, expresa el padre Siddharth Sing, quien añade que el récord de su hijo es un “gran orgullo y honor”. La influencia del entorno de India generado por la extraordinaria personalidad de Viswanathan Anand, cinco veces monarca mundial, una de ellas en México 2007, a los que se suma la coronación del campeón mundial Dommaraju Gukesh, a los 18 años de edad o del GM Praggnanandhaa, Rameshbabu, de 20 años que el domingo pasado ganó el primer lugar en el Abierto del Chess Classic London y la aparición de niños prodigios en ese país ha creado condiciones de popularidad que se extienden a edades cada vez más tempranas. A esa edad el ajedrez es un universo lúdico y se ha vuelto relativamente agonal a los cinco o siete años y con tendencia a que forme parte de una actividad que le sea útil en la conducta de reflexionar ante de actuar y en la toma de decisiones. En cualquier deporte es muy difícil predecir el destino de un principiante. Por el momento lo envuelve una atmósfera entusiástica. Uno de los primeros prodigios del ajedrez, acaso el más famoso, Sammy Reshevsky que se convirtió en uno de los más poderosos adversarios de Bobby Fischer, aprendió el ajedrez a los cuatro años de edad. Nació el 26 de noviembre en la aldea Ozirkow, en Polonia. Aprendió con rapidez. Sus padres lo llevaron a Varsovia a sostener una partida con el célebre Akiba Rubinstein. Refieren las informaciones que Akiba batalló para vencer al precoz genio y alegre por haber valorado su talento le enseñó una partida que recién le había ganado al campeón mundial Emmanuel Laskers. Entonces el niño Reshevsky sorprendió al mostrar a Akiba Rubinstein que podía haber ganado en dos movimientos menos. A los ocho años de edad Reshevsky, de religión judía que al igual que Fischer no jugaba de viernes a sábado, ofrecía simultáneas en diez tableros a la ciega, de memoria. Su presentación en las principales capitales de Europa y más tarde en Estados Unidos fue motivo de asombro. Era un superdotado en ajedrez, capaz de recordar cientos de posiciones de los grandes maestros del tablero. Su tiempo dedicado al ajedrez no le permitía. siendo niño, reconocer el nombre de una estampa con la figura de una jirafa. En la década de los 20 del siglo XX enfrentó a 20 militares en West Point con resultado de 19 victorias y un empate, época en la que los militares, como aquí en México, estudiaban el ajedrez como conocimiento de estrategia. Una experiencia de educación ajedrecística con resultados brillantísimos fue la del húngaro Laszlo Polgár y su esposa Klara con sus hijas Zsuzsa, Zsófia y Judith. Fueron educadas en casa y alcanzaron el título vitalicio de Gran Maestro. Un método inteligente de inmersión en la educación y en el ajedrez, que incluía posiciones atractivas incluso en el refrigerador. Las tres brillaron en las competencias entre los hombres. Judith se benefició con sus hermanas y el desarrollo del programa. Rompió el récord mundial de precocidad de Fischer y alcanzó un Elo de 2,735 puntos que la colocó en el 8avo lugar entre los GMs hombres. ENTUSIASMO EFERVESCENTE. De origen indio, Sargaya Sing Kushwaha de 3 años, 7 meses y 20 días aparece oficialmente en la lista de clasificación de la FIDE con Elo de 1,572 puntos. Su padres, envueltos en atmósfera entusiástica, desean que se convierta en GM. Columnista: Arturo Xicoténcatl.Imágen Portada: Imágen Principal: Send to NewsML Feed: 0
Excelsior2025/12/07 14:03