Carlos ZorrillaEl universo continúa revelando datos que amplían nuestra comprensión sobre el origen de la vida , pues la NASA anunció que, tras analizar las muestras del asteroide Bennu, se identificaron azúcares esenciales para la vida, incluyendo ribosa y glucosa, compuestos clave en la química biológica terrestre. Este hallazgo refuerza la posibilidad de que los componentes fundamentales para la vida estén distribuidos ampliamente en el sistema solar. Meses después de que la agencia espacial reportara indicios de posible vida microbiana antigua en Marte, tres estudios recientes confirmaron la presencia de ribosa, un azúcar de cinco carbonos indispensable para el ARN, y de glucosa, un azúcar de seis carbonos que constituye la principal fuente de energía para los organismos en la Tierra. Es la primera vez que la ribosa se detecta en una muestra de origen extraterrestre, lo que representa un avance significativo para la astrobiología. ¿Cuál es la composición del "chicle espacial" hallado por la NASA y cuál es su relevancia científica? Además de los azúcares, los análisis revelaron la existencia de una sustancia gomosa nunca antes observada en astromateriales, apodada por los investigadores como “chicle espacial”, así como una abundante presencia de polvo de estrellas anterior a la formación del Sol. Estos descubrimientos provienen de las muestras recolectadas en 2020 por la misión OSIRIS-REx, la cual despegó en 2016 y regresó a la Tierra en 2023 con material puro del asteroide. El asteroide Bennu, descubierto en 1999 y de un tamaño similar al del edificio Empire State, se encuentra a unos 260 millones de kilómetros de la Tierra. Las muestras extraídas, que representa un total de 603 miligramos de polvo y fragmentos, permitieron identificar azúcares biológicamente significativos sin riesgo de contaminación terrestre, ya que el material llegó sellado en la cápsula de retorno. Investigadores como Yoshihiro Furukawa, de la Universidad de Tohoku, explicaron que en Bennu ya se habían identificado nucleobases esenciales para el ADN y el ARN, además de fosfatos, por lo que la detección de ribosa completa prácticamente el conjunto de componentes necesarios para formar moléculas fundamentales de la biología. Según el equipo científico, la presencia conjunta de estos compuestos sugiere que se sintetizaron mediante procesos abióticos, posiblemente a través de reacciones químicas con agua en los inicios del sistema solar. Un aspecto notable del análisis es la ausencia de desoxirribosa, el azúcar asociado al ADN. Esta ausencia plantea nuevas preguntas sobre la disponibilidad de compuestos en el sistema solar primitivo y respalda la hipótesis de que las primeras formas de vida pudieron depender mayoritariamente del ARN. Este enfoque coincide con teorías sobre un posible “mundo de ARN”, donde esta molécula habría desempeñado funciones tanto de almacenamiento de información como de catálisis. Entre los hallazgos más llamativos se encuentra el mencionado material polimérico descrito como “goma” o “plástico” antiguo, un tipo de sustancia flexible que no coincide con los minerales tradicionales presentes en meteoritos. Los científicos consideran que este polímero pudo haberse originado a partir de carbamatos, formados cuando el asteroide progenitor de Bennu experimentó procesos químicos relacionados con calor y agua. Scott Sandford, del Centro de Investigación Ames de la NASA, señaló que este material representa probablemente una de las primeras transformaciones químicas ocurridas en la roca desde los inicios del sistema solar. El análisis también permitió detectar polvo estelar más antiguo que el Sol, atrapado en la matriz del asteroide desde explosiones de supernovas ocurridas antes de la formación del sistema solar. Este polvo aporta información sobre los elementos primigenios que conformaron los cuerpos rocosos actuales. Con los descubrimientos recientes, analizados en conjunto: aminoácidos, bases nitrogenadas, ácidos carboxílicos y ahora azúcares esenciales, Bennu se perfila como un asteroide que contiene un “kit completo” de ingredientes para la vida. Para muchos investigadores, estos resultados refuerzan la teoría de que los asteroides ricos en carbono actuaron como una especie de "repartidores cósmicos", transportando moléculas cruciales hacia la Tierra durante el bombardeo intenso tardío. La estabilidad de compuestos como la glucosa y la xilosa, junto con la sorprendente preservación de la ribosa, que suele ser inestable, indica que el cuerpo padre de Bennu vivió procesos de alteración acuosa en condiciones químicas específicas poco después de formarse el sistema solar. De acuerdo con la NASA, estos resultados representan la evidencia más sólida hasta ahora de que los bloques esenciales de la biología son productos comunes de la química cósmica. Contenidos Relacionados: NASA revelará imágenes del cometa 3i/ATLAS La NASA y Blue Origin de Jeff Bezos se alían para estudiar cómo Marte perdió su atmósfera¿Quién es Jared Isaacman, el favorito de Trump para dirigir la NASA? Carlos ZorrillaEl universo continúa revelando datos que amplían nuestra comprensión sobre el origen de la vida , pues la NASA anunció que, tras analizar las muestras del asteroide Bennu, se identificaron azúcares esenciales para la vida, incluyendo ribosa y glucosa, compuestos clave en la química biológica terrestre. Este hallazgo refuerza la posibilidad de que los componentes fundamentales para la vida estén distribuidos ampliamente en el sistema solar. Meses después de que la agencia espacial reportara indicios de posible vida microbiana antigua en Marte, tres estudios recientes confirmaron la presencia de ribosa, un azúcar de cinco carbonos indispensable para el ARN, y de glucosa, un azúcar de seis carbonos que constituye la principal fuente de energía para los organismos en la Tierra. Es la primera vez que la ribosa se detecta en una muestra de origen extraterrestre, lo que representa un avance significativo para la astrobiología. ¿Cuál es la composición del "chicle espacial" hallado por la NASA y cuál es su relevancia científica? Además de los azúcares, los análisis revelaron la existencia de una sustancia gomosa nunca antes observada en astromateriales, apodada por los investigadores como “chicle espacial”, así como una abundante presencia de polvo de estrellas anterior a la formación del Sol. Estos descubrimientos provienen de las muestras recolectadas en 2020 por la misión OSIRIS-REx, la cual despegó en 2016 y regresó a la Tierra en 2023 con material puro del asteroide. El asteroide Bennu, descubierto en 1999 y de un tamaño similar al del edificio Empire State, se encuentra a unos 260 millones de kilómetros de la Tierra. Las muestras extraídas, que representa un total de 603 miligramos de polvo y fragmentos, permitieron identificar azúcares biológicamente significativos sin riesgo de contaminación terrestre, ya que el material llegó sellado en la cápsula de retorno. Investigadores como Yoshihiro Furukawa, de la Universidad de Tohoku, explicaron que en Bennu ya se habían identificado nucleobases esenciales para el ADN y el ARN, además de fosfatos, por lo que la detección de ribosa completa prácticamente el conjunto de componentes necesarios para formar moléculas fundamentales de la biología. Según el equipo científico, la presencia conjunta de estos compuestos sugiere que se sintetizaron mediante procesos abióticos, posiblemente a través de reacciones químicas con agua en los inicios del sistema solar. Un aspecto notable del análisis es la ausencia de desoxirribosa, el azúcar asociado al ADN. Esta ausencia plantea nuevas preguntas sobre la disponibilidad de compuestos en el sistema solar primitivo y respalda la hipótesis de que las primeras formas de vida pudieron depender mayoritariamente del ARN. Este enfoque coincide con teorías sobre un posible “mundo de ARN”, donde esta molécula habría desempeñado funciones tanto de almacenamiento de información como de catálisis. Entre los hallazgos más llamativos se encuentra el mencionado material polimérico descrito como “goma” o “plástico” antiguo, un tipo de sustancia flexible que no coincide con los minerales tradicionales presentes en meteoritos. Los científicos consideran que este polímero pudo haberse originado a partir de carbamatos, formados cuando el asteroide progenitor de Bennu experimentó procesos químicos relacionados con calor y agua. Scott Sandford, del Centro de Investigación Ames de la NASA, señaló que este material representa probablemente una de las primeras transformaciones químicas ocurridas en la roca desde los inicios del sistema solar. El análisis también permitió detectar polvo estelar más antiguo que el Sol, atrapado en la matriz del asteroide desde explosiones de supernovas ocurridas antes de la formación del sistema solar. Este polvo aporta información sobre los elementos primigenios que conformaron los cuerpos rocosos actuales. Con los descubrimientos recientes, analizados en conjunto: aminoácidos, bases nitrogenadas, ácidos carboxílicos y ahora azúcares esenciales, Bennu se perfila como un asteroide que contiene un “kit completo” de ingredientes para la vida. Para muchos investigadores, estos resultados refuerzan la teoría de que los asteroides ricos en carbono actuaron como una especie de "repartidores cósmicos", transportando moléculas cruciales hacia la Tierra durante el bombardeo intenso tardío. La estabilidad de compuestos como la glucosa y la xilosa, junto con la sorprendente preservación de la ribosa, que suele ser inestable, indica que el cuerpo padre de Bennu vivió procesos de alteración acuosa en condiciones químicas específicas poco después de formarse el sistema solar. De acuerdo con la NASA, estos resultados representan la evidencia más sólida hasta ahora de que los bloques esenciales de la biología son productos comunes de la química cósmica. Contenidos Relacionados: NASA revelará imágenes del cometa 3i/ATLAS La NASA y Blue Origin de Jeff Bezos se alían para estudiar cómo Marte perdió su atmósfera¿Quién es Jared Isaacman, el favorito de Trump para dirigir la NASA?

NASA encuentra azúcar y "chicle espacial" en asteroide Bennu, claves para el origen de la vida

2025/12/06 00:37

El universo continúa revelando datos que amplían nuestra comprensión sobre el origen de la vida , pues la NASA anunció que, tras analizar las muestras del asteroide Bennu, se identificaron azúcares esenciales para la vida, incluyendo ribosa y glucosa, compuestos clave en la química biológica terrestre. Este hallazgo refuerza la posibilidad de que los componentes fundamentales para la vida estén distribuidos ampliamente en el sistema solar.

Meses después de que la agencia espacial reportara indicios de posible vida microbiana antigua en Marte, tres estudios recientes confirmaron la presencia de ribosa, un azúcar de cinco carbonos indispensable para el ARN, y de glucosa, un azúcar de seis carbonos que constituye la principal fuente de energía para los organismos en la Tierra. Es la primera vez que la ribosa se detecta en una muestra de origen extraterrestre, lo que representa un avance significativo para la astrobiología.

¿Cuál es la composición del "chicle espacial" hallado por la NASA y cuál es su relevancia científica?

Además de los azúcares, los análisis revelaron la existencia de una sustancia gomosa nunca antes observada en astromateriales, apodada por los investigadores como “chicle espacial”, así como una abundante presencia de polvo de estrellas anterior a la formación del Sol. Estos descubrimientos provienen de las muestras recolectadas en 2020 por la misión OSIRIS-REx, la cual despegó en 2016 y regresó a la Tierra en 2023 con material puro del asteroide.

El asteroide Bennu, descubierto en 1999 y de un tamaño similar al del edificio Empire State, se encuentra a unos 260 millones de kilómetros de la Tierra. Las muestras extraídas, que representa un total de 603 miligramos de polvo y fragmentos, permitieron identificar azúcares biológicamente significativos sin riesgo de contaminación terrestre, ya que el material llegó sellado en la cápsula de retorno.

Investigadores como Yoshihiro Furukawa, de la Universidad de Tohoku, explicaron que en Bennu ya se habían identificado nucleobases esenciales para el ADN y el ARN, además de fosfatos, por lo que la detección de ribosa completa prácticamente el conjunto de componentes necesarios para formar moléculas fundamentales de la biología. Según el equipo científico, la presencia conjunta de estos compuestos sugiere que se sintetizaron mediante procesos abióticos, posiblemente a través de reacciones químicas con agua en los inicios del sistema solar.

Un aspecto notable del análisis es la ausencia de desoxirribosa, el azúcar asociado al ADN. Esta ausencia plantea nuevas preguntas sobre la disponibilidad de compuestos en el sistema solar primitivo y respalda la hipótesis de que las primeras formas de vida pudieron depender mayoritariamente del ARN.

Este enfoque coincide con teorías sobre un posible “mundo de ARN”, donde esta molécula habría desempeñado funciones tanto de almacenamiento de información como de catálisis.

Entre los hallazgos más llamativos se encuentra el mencionado material polimérico descrito como “goma” o “plástico” antiguo, un tipo de sustancia flexible que no coincide con los minerales tradicionales presentes en meteoritos. Los científicos consideran que este polímero pudo haberse originado a partir de carbamatos, formados cuando el asteroide progenitor de Bennu experimentó procesos químicos relacionados con calor y agua.

Scott Sandford, del Centro de Investigación Ames de la NASA, señaló que este material representa probablemente una de las primeras transformaciones químicas ocurridas en la roca desde los inicios del sistema solar.

El análisis también permitió detectar polvo estelar más antiguo que el Sol, atrapado en la matriz del asteroide desde explosiones de supernovas ocurridas antes de la formación del sistema solar. Este polvo aporta información sobre los elementos primigenios que conformaron los cuerpos rocosos actuales.

Con los descubrimientos recientes, analizados en conjunto: aminoácidos, bases nitrogenadas, ácidos carboxílicos y ahora azúcares esenciales, Bennu se perfila como un asteroide que contiene un “kit completo” de ingredientes para la vida. Para muchos investigadores, estos resultados refuerzan la teoría de que los asteroides ricos en carbono actuaron como una especie de "repartidores cósmicos", transportando moléculas cruciales hacia la Tierra durante el bombardeo intenso tardío.

La estabilidad de compuestos como la glucosa y la xilosa, junto con la sorprendente preservación de la ribosa, que suele ser inestable, indica que el cuerpo padre de Bennu vivió procesos de alteración acuosa en condiciones químicas específicas poco después de formarse el sistema solar. De acuerdo con la NASA, estos resultados representan la evidencia más sólida hasta ahora de que los bloques esenciales de la biología son productos comunes de la química cósmica.

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